Aprobado el Convenio por el Pleno
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En el último Pleno de la Corporación, los representantes de las centrales sindicales con legitimidad para negociar y firmar el convenio y el acuerdo asistimos a algo insólito: los partidos de la oposición votaron en contra de los textos del Convenio y del Acuerdo.
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En el último Pleno de la Corporación, los representantes de las centrales sindicales con legitimidad para negociar y firmar el convenio y el acuerdo asistimos a algo insólito: los partidos de la oposición votaron en contra de los textos del Convenio y del Acuerdo.
Dicho voto en contra es un ataque directo a las más de 1.100 personas que trabajamos aquí, incluso contra el personal empleado público de sus propios grupos. Y es un ataque directo porque pretende boicotear los avances que se han conseguido para todo el personal. Nuestro convenio y acuerdo parten de una base sólida, fruto de décadas de negociación colectiva, de consenso entre los sindicatos y la composición política de turno. Un buen convenio, en el que ha costado mucho esfuerzo llegar a lograr avances importantes. Entre otras cosas, al establecimiento de las bases para la carrera profesional. Ese voto en contra en el Pleno demuestra el aprecio que tienen al derecho a la carrera profesional de todas las trabajadoras y trabajadores de esta casa.
No deja de ser sorprendente que el principal partido de la oposición haya votado en contra, olvidando que cuando él gobernaba, la oposición de turno aceptaba el convenio como un acuerdo con los representantes sindicales, y no como arma arrojadiza entre políticos.
Evidentemente, el voto en contra es una opción absolutamente democrática de nuestros políticos, faltaría más. Pero lo más indignante es la vaguedad e inconsistencia de los argumentos aportados, fundamentalmente por el grupo político Ciudadanos, que argumentó “Falta de participación en la negociación”, acusando a las centrales sindicales LEGITIMADAS, de que no se sentaran en la mesa con un sindicato NO LEGITIMADO. Obviando que el TREBEP y la Ley de función pública marcan un 10%. Nos exigen bajarlo al 5%. ¿Qué nos dirían si les pidiéramos que cambiaran los porcentajes de sus leyes electorales? Zapatero a tus zapatos.
Además de éste, otros errores en su argumentación, como las referencias a la presidencia de los órganos técnicos de selección, o como el “requisito” lingüístico, que no lo es, dado que la ley autonómica ya nos marcará estos requisitos. Aquí no tenemos capacidad normativa (les recordamos que tienen representantes allí).
Lo peor es que no se han dado cuenta del error cometido al dejarse asesorar por un sindicato no legitimado para estar en las mesas de negociación, el STAs, que ha aportado unas ocurrencias de última hora, EN CONTRA DE TODO EL PERSONAL DE LA DIPUTACIÓN, que los partidos de la oposición han recogido para verterlas en el Pleno, para estupor de los presentes.
Mala elección.
Acusaciones de sectarismoCuriosamente, en uno de los siguientes puntos del día, desde la bancada de la oposición se acusaba al equipo de Gobierno de sectarismo, porque siempre votaban en contra de las mociones presentadas.
Después de los ataques brutales e irracionales que hemos recibido los sindicatos en los últimos años por parte de la derecha liberal, ¿hemos de pensar que votan en contra por puro sectarismo?
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