La plaza de toros de Valencia acoge la capilla ardiente del fotógrafo taurino “Canito”
La plaza de toros de Valencia acoge durante el día de hoy la capilla ardiente del fotógrafo taurino Francisco Cano, conocido como “Canito”, que ha fallecido esta madrugada a los 103 años de edad, tras padecer un infarto cerebral que le ha mantenido en estado crítico los últimos tres días.
El diputado de la Plaza de Toros, Toni Gaspar, ha lamentado la pérdida de “una institución de la fotografía y del mundo de los toros”. El diputado provincial ha destacado además que “la mejor forma de despedirle es la misma plaza de toros donde ha trabajado tantas horas, inmortalizando a tanta gente importante del mundo entero”.
El velatorio, que permanecerá abierto hasta las 14:00, volverá a abrirse esta tarde de 19 a 21 y mañana de 9:30 a 12:15. A continuación, los restos mortales del reportero gráfico valenciano den la última vuelta al ruedo del coso de la calle Xàtiva, como último homenaje en la que ha sido su casa y donde ha inmortalizado una parte de los dos millones de escenas que forman su archivo.
La familia del fallecido ha informado de su intención de celebrar una misa funeral en la parroquia de Sant Vicent (calle de la Ermita, 1) de Valencia mañana jueves a las 13 horas.
El Museo Taurino de la Diputación ha producido una exposición de 81 fotografías de “Canito” en agradecimiento a sus décadas de trabajo gráfico, la cual ha recorrido los municipios valencianos hasta el pasado 10 de julio, cerrando así su itinerario en la localidad de Quartell.
“Canito” nació en Alicante en 1912 y pasa a la historia como un referente del mundo de la fotografía taurina, con más de 70 años de trayectoria profesional reconocidos en el año 2014 con el Premio Nacional de Tauromaquia, cuyo jurado presentó su trabajo como “una antología gráfica de todos los hitos y manifestaciones de la Fiesta y una fuente documental e histórica indispensable para cuantos quieran estudiar los valores culturales y humanos que integran el patrimonio del arte del toreo”.
El fotógrafo alicantino no se retiró de los ruedos y las ferias taurinas hasta bien entrados los 100 años de edad. El mundo taurino y el del periodismo le recordarán además por ser el único en captar la muerte en directo del torero Manolete en la plaza de toros de Linares en 1947 y reunir una agenda de contactos y amistades de todos los ámbitos que ha sabido retratar y difundir desde más de un centenar de plazas de toros de todo el mundo.
