full informatiu 19 de maig: HASTA NUNCA SR. RUS

Nos acordamos muy bien de lo primero que hizo Ud. cuando entró a presidir la Diputación de Valencia: insultarnos 

 (dijo de nosotros y nosotras que nos íbamos al Corte Inglés y a la peluquería en lugar de estar en nuestro puesto, que nos pasábamos el día tocándonos…y barbaridades de ese cariz) Pero no era mala educación, ni una convicción personal, simplemente Ud. Sr. Rus tenía un plan: acabando con nuestro prestigio público creía que también acabaría con nuestra moral y con nuestra credibilidad, y con ello laminaría la última línea de defensa de la ley, que es el control de los funcionarios sobre la gestión de los políticos. Y a ello se ha aplicado todos estos años, a insultarnos, acosarnos, robar nuestra carrera profesional, ocupar puestos clave con personas de su muy estrecha confianza,  favorecer comisiones de servicio externas a puestos que funcionarios capacitados podían haber desempeñado con ejemplaridad…

 

Intentó aplastarnos saqueando derechos históricos, amenazando, creando administraciones paralelas en Imelsa, premiando sumisiones y castigando el trabajo profesional… Su objetivo era quitarnos la dignidad y el orgullo de ser servidores públicos, enemigos a abatir por ud. Todo ello presuntamente, por supuesto.

 

Luego estaban sus esperpentos, sus populismos, su prepotencia y sus lamentables y osadas fábulas del “buen gestor”.

 

Cuando los funcionarios de esta administración renunciaron a incrementos salariales, derechos económicos durante ocho años… lo hicieron de buena fe, no se lo atribuya como un mérito personal, para que la Diputación dispusiera de más recursos con los que atender necesidades públicas en momentos muy difíciles.  Ahora está claro que lo único que quería era más pasta que “contar”, presuntamente. Hasta en el último momento se permite el lujo de utilizar un instrumento de trabajo de las  empleadas y empleados públicos de esta casa, como es la intranet, para “colgar” un comunicado haciendo su particular “pliego de descargos”, para intentar justificar sus actos, sin que nadie se lo pidiera… Debería saber aquello de “Excusatio non petita, accusatio manifesta”

 

Esta es la penosa imagen que Ud. nos ha dejado de su persona.  Ahora anuncia que se va a regañadientes, que ha firmado

 un decreto…, y, ¿qué le vamos a decir?, que nos alegramos de corazón. Y permita a sus ya ex empleados al menos una satisfacción: la de saber que muchos, no lo dude, han contribuido a ponerle al descubierto.

La justicia hará el resto.