Son casi cincuenta años dedicado a su deporte favorito, el Rugby, al que llegó con 14 años y con 61 sigue aportando su granito de arena para hacer más grande la historia del deporte, no solamente del rugby, donde lo ha sido todo: jugador, árbitro, integrante del Comité Técnico de Árbitros de la Comunitat Valenciana y, después, desde la Federación Española de Rugby, como vicepresidente y vocal del Comité Nacional de Árbitros.
Por todo ello, ahora, la Federación Española de Rugby le ha distinguido con la entrada de la medalla al mérito deportivo por su dedicación durante casi 50 años, primero como jugador, y, posteriormente, como árbitro, a este deporte. Igualmente ha recibido idéntica distinción el valenciano Javier Gallach Lazcorreta.
Empezó con 14 años como jugador y tres años después ya compaginaba jugar con arbitrar. Con el ascenso a categoría nacional de su club, era incompatible su actividad profesional con la deportiva y, una vez dejó de jugar, con 39 años, decidió dedicarse al arbitraje “para no dejar de estar unido al rugby. Muchos jugadores, tras finalizar la etapa como practicantes, seguimos unidos a este mundo, unos se hacen árbitros, otros entrenadores, otros delegados de los equipos y siempre tenemos los torneos de veteranos para seguir disfrutando de nuestro deporte”.
Cuando se habla de retirada, le brillan los ojos y dice tenerlo muy claro: “A nivel Comunitat Valenciana, hasta que el cuerpo aguante. Es cierto que va quedando menos cuerda. A nivel nacional este año he arbitrado en varios torneos del Campeonato de España y he realizado funciones de juez de línea en División de Honor, también he estado como responsable arbitral en varias competiciones de categorías inferiores, juveniles, cadetes e infantiles”, explicó López, quien actualmente ejerce las labores de secretario personal de Alfonso Rus, al frente de la Diputación de Valencia.
El tercer tiempo
Para explicar la figura del árbitro en un deporte de contacto, José Luis López, habla del “tercer tiempo” y aclara que “es el único deporte del mundo, del que yo tenga conocimiento que existe el tercer tiempo, que es el que sigue a los dos de juego como en todos los deportes. Este complemento es fundamental y existe en todos los partidos y en todas las categorías. Consiste en que después del partido y de la ducha, los jugadores de ambos equipos, los delegados y los árbitros se reúnen en torno a una cerveza y hablan del partido, de las jugadas, de quien tiene la razón y se dan las explicaciones pertinentes”.
“Es un deporte de villanos, jugado por caballeros”
Lógicamente surge la pregunta: ¿Cómo justifica que un deporte de contacto como éste no signifique un comportamiento más violento para los árbitros?. López lo explica con una famosa frase que define a este deporte: “Es un deporte de villanos, jugado por caballeros”.
En las reglas del rugby lo primero que prima sobre todas las demás reglas es la seguridad de los jugadores. Los jugadores son conscientes de ello y se dedican a jugar con dureza pero sin agresividad ni malicia. Los jugadores acatan siempre la decisión del árbitro, el capitán es el único que se puede dirigir al árbitro para alguna consulta puntual y cuando el juego esté parado. Es en el tercer tiempo donde se aclaran las duda que puedan haber surgido durante el partido”.
Las nuevas tecnologías
“Es de los primeros deportes que han aplicado las nuevas tecnologías, existe un árbitro de televisión, que si el árbitro principal tiene alguna duda si se ha conseguido un ensayo, consulta con él y a través de los monitores que el árbitro de televisión tiene ve la jugada desde diversos puntos y también se ofrece a los espectadores a través de las pantallas del estadio”,y añadió López “en rugby hubo una época ya pasada que se producían actos de violencia, que se cortó por parte de todos los estamentos del Rugby y la máxima autoridad de este deporte la IRB. Existe un cartel que está en algunos campos de Rugby que viene a decir: “A los visitantes y aficionados: En este club establecimos que el árbitro siempre tiene razón, sus fallos y decisiones no se abuchean o cuestionan. Los disconformes guarden silencio o se vayan a arruinar otro deporte”. “Y es que muchas de las polémicas que surgen en los estadios es por desconocimiento de las reglas del juego”, apostilló José Luis López.
La familia, el apoyo incondicional
“La verdad es que yo estoy tanto tiempo en este deporte gracias al apoyo incondicional y extraordinario de mi familia y sobre todo de mi mujer, sin el cual no habría podido dedicarme a él, y más en un deporte completamente amateur. Imposible. Por ello, todos los estamentos que componen el rugby, sin el apoyo de las novias y después de las mujeres, sería imposible estar mucho tiempo en él”, añadió el colegiado de rugby.
Lo dicho, un ejemplo de amor y dedicación a un deporte, al que ha dedicado gran parte de su tiempo libre, de su vida, y que ahora la Federación Española de Rugby ha reconocido con esa medalla recibida por José Luis López.
