El Futuro de la Investigación e Innovación en Europa: La Propuesta del Fondo Europeo de Competitividad
La Comisión Europea ha propuesto la creación de un Fondo Europeo de Competitividad (ECF), que podría incluir casi todos los programas de investigación e innovación del próximo programa marco, FP10. Este nuevo enfoque busca integrar diversos instrumentos, como programas dedicados a la defensa, la salud, el espacio y la digitalización, bajo una misma estructura con un único reglamento.
La Comisión Europea ha propuesto la creación de un Fondo Europeo de Competitividad (ECF), que podría incluir casi todos los programas de investigación e innovación del próximo programa marco, FP10. Este nuevo enfoque busca integrar diversos instrumentos, como programas dedicados a la defensa, la salud, el espacio y la digitalización, bajo una misma estructura con un único reglamento.
La propuesta, aún en fase preliminar y descrita como “un escenario” en documentos internos de la Comisión, ha generado un intenso debate en el sector de investigación e innovación (R&I). Según la Comisión, esta integración abordaría problemas actuales como la falta de dirección estratégica, la complejidad administrativa y el acceso lento a los fondos. Al unificar los programas, el ECF permitiría un enfoque más estratégico basado en políticas, optimizando el valor añadido de la UE.
Oportunidades y riesgos en la transformación
Para Mattias Björnmalm, secretario general del grupo de universidades de ciencia y tecnología Cesaer, la propuesta es “muy interesante y ambiciosa”. Destacó que este enfoque podría transformar la investigación y la innovación en un motor central de la competitividad europea, atrayendo potencialmente entre €1 y €1,5 billones de inversión. Sin embargo, también reconoció riesgos significativos, particularmente relacionados con la autonomía de iniciativas clave como el Consejo Europeo de Investigación (ERC), las Acciones Marie Skłodowska-Curie y el Consejo Europeo de Innovación.
“Es crucial que los principales investigadores e innovadores lideren los esfuerzos de implementación”, enfatizó Björnmalm. Si se logra asegurar este liderazgo y simplificar el acceso a la financiación, el impacto de la investigación y la innovación podría ampliarse a muchos más sectores.
Preocupaciones sobre la autonomía y la politización
Mientras el debate continúa, algunos líderes expresaron sus preocupaciones. Maria Leptin, presidenta del ERC, advirtió sobre los posibles impactos negativos en la autonomía del consejo, y el eurodiputado Christian Ehler subrayó el riesgo de que los fondos se vuelvan más politizados.
Björnmalm coincidió en que la propuesta debe ser manejada con cuidado, asegurando que la investigación y la innovación permanezcan como ejes fundamentales, sin comprometer la independencia de programas esenciales.
Reformas a nivel nacional
El texto también plantea la posibilidad de vincular partes del presupuesto de la UE, fuera del ECF, al cumplimiento por parte de los Estados miembros de reformas acordadas. Esto recuerda las condiciones impuestas para acceder al fondo de recuperación por la Covid-19, y podría impulsar avances nacionales en inversión en I+D.
Un momento crucial para la innovación europea
Aunque la propuesta aún está en discusión, marca un posible cambio de paradigma en cómo la UE estructura su financiación para investigación e innovación. Con desafíos y oportunidades en juego, el futuro de la competitividad europea depende de equilibrar la ambición con una implementación cuidadosa y estratégica.