La Diputació ayudará a Vallada a ser el primer municipio que pueda acogerse al plan de compra de suelo del Consell

La Diputació de València que presideix Jorge Rodríguez ha donat el primer pas per ajudar a Vallada, el municipi més endeutat de la Comunitat Valenciana i el tercer d'Espanya, a eixir de la greu situació econòmica en la qual es troba a conseqüència del Parc Estratègic la Mar de Dins. Valpark, com se li coneix popularment, és un frustrat projecte industrial promogut per quif ora alcalde del municipi i president de la Diputació, Fernando Giner, i que va quedar paralitzat amb la retirada dels agents urbanitzadors en plena crisi econòmica.

 

La Diputació de València que preside Jorge Rodríguez ha dado el primer paso para ayudar a Vallada, el municipio más endeudado de la Comunitat Valenciana y el tercero de España, a salir de la grave situación económica en la que se encuentra a consecuencia del Parque Estratégico la Mar de Dins. Valpark, como se le conoce popularmente, es un frustrado proyecto industrial promovido por el que fuera alcalde del municipio y presidente de la Diputació, Fernando Giner, y que quedó paralizado con la retirada de los agentes urbanizadores en plena crisis económica.

 

El municipio de la Costera se quedó con 1,3 millones de metros cuadrados de parque logístico en suspenso, sin comprador para los terrenos y con cuantiosos impagos y expropiaciones millonarias a las que no ha podido hacer frente, con el consiguiente colapso económico de “un ayuntamiento asfixiado”, según lamenta la actual alcaldesa, Mª José Tortosa. El presidente de la Diputació, Jorge Rodríguez, asegura ser “plenamente consciente de la delicada situación económica que atraviesa Vallada por una situación heredada”, y avanza que la corporación acompañará al municipio “como un aliado más”.

 

Entre los aliados también se encuentra la Generalitat, que a principios de este mes avanzó una partida de un millón de euros para 2018, con posibilidad de ampliarse, destinada a la compra de suelo a los municipios para aliviar su asfixia económica, en especial en las zonas industriales, donde se considera que esta inversión puede ayudar a la generación de puestos de trabajo. Vallada es uno de esos municipios que tiene una situación financiera crítica fruto de su gestión anterior, y la Diputació ayudará al municipio de La Costera a que pueda acogerse al plan de compra de suelo del Consell.

 

La Mar de Dins

 

El Parque Estratégico la Mar de Dins se tramitó como un plan especial, con el fin de recalificar terrenos rústicos y convertirlos en suelo urbanizable industrial. El plan se ejecutó expropiando terrenos cuyo valor se fijó en 6,25 euros el metro cuadrado, un precio que no aceptaron muchos de los propietarios y que, tras acudir a los tribunales, pasó a ser de 42 euros el metro cuadrado.

 

Las tres empresas urbanizadoras del parque no hicieron frente a las cuotas de urbanización y el ayuntamiento asumió los pagos ante la UTE, alrededor de 15 millones de euros. Tras embargar las parcelas, la subasta quedó desierta, y la obligación de pagar estos gastos, más los justiprecios a los propietarios de los terrenos y los intereses de Hacienda “produjeron la quiebra total de las arcas de Vallada”.

 

La implicación de la Diputació

 

La alcaldesa ha recorrido todas las instituciones en la presente legislatura en busca de salidas, como la estudiada junto al Consorcio de Residuos V-5 para construir una planta de reciclaje en una de las parcelas; o la más reciente, expuesta a la Generalitat, de destinar los terrenos de Valpark a la futura zona logística del Puerto de València, pero de momento “solo veo aire y mi pueblo no puede vivir de aire”, señala Mª José Tortosa.

 

Tortosa valora el anuncio de la Generalitat de la compra de suelo industrial y la implicación de la Diputació de València, cuyo presidente, Jorge Rodríguez, ha concretado el primer paso para tratar de ayudar al municipio de la Costera a salir del pozo financiero en el que se encuentra. La corporación provincial cubrirá el coste de los servicios jurídicos y técnicos que permitan resolver los contratos con los urbanizadores Coperfil y Marfort, actualmente en concurso de acreedores, y acabar los proyectos de reparcelación para seguir avanzando en los futuros usos de los terrenos.

 

Esta asistencia técnica, a la que “no puede hacer frente el ayuntamiento”, según explica la alcaldesa, incluye, entre otros datos, la relación de propietarios afectados, las parcelas resultantes, las indemnizaciones y compensaciones oportunas, planos de la zona, gastos de certificaciones catastrales y registrales y otras gestiones ante el juzgado de lo mercantil y el SAREB.

 

De los 1,3 millones de metros cuadrados de superficie, el Ayuntamiento de Vallada tiene alrededor de 250.000, mientras que la Generalitat conserva algo más de 100.000 metros cuadrados en Valpark, un proyecto que en origen incluía hoteles, gasolineras y espacios verdes, con una estimación de 2.000 puestos de trabajo, y que con una carga financiera seis veces superior al presupuesto anual del ayuntamiento, “se ha convertido en la ruina del municipio”, concluye la alcaldesa.