El Auditorio Antonio Cabeza de Paterna acogerá este sábado, 6 de mayo, la 46ª edición del Certamen de Bandas de la Diputació de València, un evento cultural que fomenta la música de banda y que este año incrementa la dotación económica e introduce mejoras organizativas y estructurales. Lo más destacado, no obstante, es la consolidación de la descentralización territorial que ha buscado la delegación de Bandas de la corporación provincial que dirige el diputado Jordi Mayor.

Paterna será la sede de un certamen renovado que cuenta con un jurado internacional y una mejor promoción del fenómeno bandístico valenciano. El sistema de puntuación estará basado en una decena de criterios, con deliberaciones y acuerdos más precisos y una mayor garantía de los derechos de edición y composición de las obras, así como el encargo de una nueva pieza para la sección Cuarta, creada por Omar Sala y titulada ‘La València daurada’. Los ganadores podrán además ofrecer un concierto, preferentemente en el extranjero, subvencionado por la Diputación.

La competición se iniciará en la matinal del sábado (10.00 horas) con la participación de las agrupaciones de la sección Cuarta, con un máximo de 40 músicos por orquesta. La Banda Jove de la Unió Artística Musical d’Almàssera, la Societat Musical Amics de la Música de Benifaraig, la Associació Música Jove de València y la Unió Artístico-Musical de Sollana interpretarán como obra obligada ‘La València daurada’. En cuanto a la pieza libre, sonará ‘La festa de les Falles’ de Ferrer Ferran y composiciones de Azael Tormo como ‘Fire’ y ‘Circe la hechicera’.

Por la tarde, a partir de las 17.30 horas, llegará el turno de las participantes en la sección Primera, con bandas compuestas por un máximo de 90 músicos. ‘Gloses II’ de Amando Blanquer será la pieza común que deberán tocar la Armónica de San Antonio, dirigida por José Enrique Martínez Esteve; la Primitiva d’Albaida, con Edmundo José Vidal al frente; y la Lira Saguntina, con Daniel Olmos como director. Los asistentes podrán disfrutar de obras como ‘Los disparates de Goya’ de Martínez Gallego, el ‘Divertimento’ de Oliver Waespi’ y la ‘Tierra Mítica’ de Bernardo Adam Ferrero.

El jurado estará presidido por el compositor belga Jan Van de Roost, actualmente profesor en el Instituto Lemmens, donde dirige su orquesta. Van de Roost ha escrito para piano, guitarra, orquesta de cuerdas y sinfónica y quinteto de metales, y sus composiciones han sido publicadas e interpretadas en CD por músicos de renombre. Junto al músico belga, completarán el trío internacional para las deliberaciones la prestigiosa directora valenciana Julia Cruz y el director de orquesta danés Peter Ettrup Larsen, fuente de inspiración codiciada para la realización de talleres en todo el mundo.

En julio, sección Especial

La Plaza de Toros de València será el escenario en julio de la Fiesta de la Música Valenciana, dos jornadas que servirán para recuperar el carácter festivo y competitivo del fenómeno bandístico con un espectáculo de indudable calidad. El viernes 7 de julio tocarán las bandas ganadoras del 46º Certamen provincial, mientras que el sábado 8 está programado el primer Certamen de Bandas de Sección Especial de la Diputación, con la participación de bandas valencianas de más de 120 músicos. Otras actividades musicales completarán la fiesta.

La Lira Saguntina, en sección Primera, y la Unió Artístico-Musical de Sollana, en Cuarta, han sido las ganadoras del 46º Certamen de Bandas de la Diputació de València, celebrado este sábado en el Auditorio Antonio Cabeza de Paterna. Un certamen muy competido en el que las bandas de Sagunto y Sollana han obtenido sendas menciones de honor y en el que se han registrado hasta siete primeros premios.

La competición se inició en la matinal del sábado con la participación de las agrupaciones de la sección Cuarta, con un máximo de 40 músicos por orquesta. La Unió Artístico-Musical de Sollana, con primer premio y mención de honor, ha sido la gran triunfadora, por delante de la Societat Musical Amics de la Música de Benifaraig (segunda), la Banda Jove de la Unió Artística Musical d’Almàssera (tercera), y la Associació Música Jove de València (cuarta), todas ellas, no obstante, reconocidas por el jurado con un primer premio que demuestra el alto nivel de las participantes.

Ya por la tarde, la Lira Saguntina se ha impuesto en la sección Primera, con bandas compuestas por un máximo de 90 músicos. Con ‘Gloses II’ de Amando Blanquer como pieza común, la banda dirigida por Daniel Olmos ha obtenido un primer premio y mención de honor, superando a la Armónica de San Antonio, dirigida por José Enrique Martínez Esteve (segunda con un primer premio), y a la Primitiva d’Albaida, con Edmundo José Vidal al frente (tercera, también con un primer premio).

El jurado lo ha presidido el compositor belga Jan Van de Roost, actualmente profesor en el Instituto Lemmens, acompañado por la prestigiosa directora valenciana Julia Cruz y el director de orquesta danés Peter Ettrup Larsen, fuente de inspiración para la realización de talleres en todo el mundo.

El evento cultural organizado por la delegación de Bandas de la Diputación ha incrementado este año la dotación económica e introduce mejoras organizativas y estructurales. Lo más destacado, no obstante, es la consolidación de la descentralización territorial que ha buscado el área que dirige el diputado Jordi Mayor. Además del premio en metálico, las bandas ganadoras podrán ofrecer un concierto, preferentemente en el extranjero, subvencionado por la propia Diputación.

Las ganadoras, en la plaza de toros

La Plaza de Toros de València será el escenario en julio de la Fiesta de la Música Valenciana, dos jornadas que servirán para recuperar el carácter festivo y competitivo del fenómeno bandístico. El viernes 7 de julio tocarán las bandas ganadoras del 46º Certamen provincial, mientras que el sábado 8 está programado el primer Certamen de Bandas de Sección Especial de la Diputación, con la participación de bandas valencianas de más de 120 músicos.

L’ETNO, Museo Valenciano de Etnología de la Diputació de València, ha recibido el premio de mejor museo europeo del año 2023 por el Foro Europeo de Museos, en una gala celebrada en el MUHBA (Museo de Historia de Barcelona). Los EMYA (European Museum of the Year Award) son los más conocidos reconocimientos a la calidad de los museos europeos, desde su primera edición en 1977.

El premio ha sido avalado por el proyecto expositivo ‘No es fácil ser valenciana / No es fácil ser valenciano’, una apuesta innovadora del museo con museografías arriesgadas que describe un diálogo entre aquello que es global y local vinculado a la cultura tradicional y popular valenciana.

El director del museo, Joan Seguí, ha explicado que "el jurado ha justificado la elección aludiendo al museo como una institución que opera con un cimiento ético y un compromiso apasionante, confrontando el pasado de forma briosa, en la hora que el museo busca dar respuesta en el derecho de las comunidades locales de entender su pasado y reconocer sus experiencias".

El diputado de Cultura Xavier Rius ha felicitado a todo el equipo de L’ETNO por una exposición "que nos hace reflexionar sobre quién somos, en una sociedad cada vez más globalizada y a la cual aportamos nuestra singularidad, un valor que nos identifica y empodera. Cada vez estamos mejor situados en el mapa del mundo, por las acciones del museo respecto a la sostenibilidad, la solidaridad, el bienestar y muy importante, como referente cultural ahora reconocido internacionalmente”.

Más de treinta museos han participado desde el pasado miércoles en el Museo de Historia de Barcelona defendido su candidatura a los premios, en una auténtica fiesta internacional de los museos europeos. El Chillida Leku, el magnífico espacio expositivo del artista vasco Hernani, ha conseguido también un galardón importante, el premio Portimao.

Proyecto expositivo

La exposición permanente 'No es fácil ser valenciana / No es fácil ser valenciano', comisariada por Joan Seguí, Asunción Garcia i Josep Aguilar con la colaboración de todo el equipo del museo, está abierta al público desde 2020. Más de 1.500 metros cuadrados de colecciones vinculadas a la cultura tradicional y popular valenciana con un recorrido por tres ámbitos: la ciudad, donde se plantean cuestiones relacionadas con la tensión entre lo que es global y local; las Huertas y la Marjal, donde se tratan algunos de los imaginarios que se suelen proyectar en la cultura valenciana; y el Secano y la Montaña, donde son las invisibilidades, aquello que no se ve o se conoce poco de las zonas del interior del territorio valenciano, las que hacen de hilo conductor.

La idea base de la exposición es que en cada uno de los ámbitos se tratara un tema bastante relacionado con las cuestiones de identidad cultural (la valenciana en este caso) en el mundo contemporáneo. Así, en la parte de las Ciudades se desarrollan cuestiones relacionadas con la tensión entre aquello Global y aquello Local (Glocal); en la sección dedicada a Huertas y Marjales se habla de los Imaginarios relacionados con estos espacios (La Barraca, la Paella…) y que tan poderosamente define el "ser valenciano". Finalmente, en el Secano y la Montaña, el discurso nos habla de las Invisibilidades en referencia a todo el que es propio o habitual en nuestras tierras de interior y que no obstante queda invisible a los ojos de muchos y muchas (valencianos o no).

L’ETNO es un museo creado en 1982 por Joan Francesc Mira, que ha ido creciendo, con una permanente cada vez más potente y que ha ido multiplicando sus actividades (‘Espanta la por’, ‘Etnomúsic’, itinerancias de temporales, una biblioteca especializada, jornadas/conferencias, publicaciones, investigación, coordinación de museos locales...) y con un equipo humano excepcional, comandado actualmente por el director Joan Seguí.

También ha puesto en marcha una aplicación virtual ('CULTURA ACCESIBLE') que permite hacer una visita gamificada y autónoma por familias -un juego de pistas- que se completa con las habituales visitas guiadas para escolares y público familiar.

El área de Medio Ambiente de la Diputació de València ha encargado la redacción de un plan director de aprovechamiento energético de la biomasa de la Ribera Alta. El documento planteará transformar los residuos agrícolas y forestales en un recurso para la calefacción de los equipamientos municipales, con un estudio en profundidad que planificará todo el proceso productivo.

El plan tendrá que desarrollar y estudiar la viabilidad económica del proyecto, es decir, el volumen y la calidad de biomasa disponible apta para ser convertida en combustible sólido; el método y la maquinaria de producción más adecuada; la cantidad anual de producto elaborado; así como los precios de mercado y los canales externos e internos de distribución y la posible venta del producto elaborado.

Además, tendrá que estimar la rentabilidad del proyecto considerando los puestos de trabajo creados, tanto directa como indirectamente, y las líneas de financiación; determinar los edificios y equipamientos municipales adecuados para la instalación de las calderas; y estudiar la ubicación óptima de las plantas de tratamiento del residuo verde o puntos intermedios que generen una menor huella de carbono en las labores de transporte y de acopio.

Considerando que la Ribera Alta cuenta con una superficie forestal de más de 65.000 hectáreas y que la actividad agrícola tiene mucho peso en sus pueblos, la redacción y puesta en marcha de las acciones planteadas para fomentar el uso de energía de proximidad podrá contribuir a la gestión de las masas forestales, evitar la quema de combustibles fósiles y representar un ahorro económico para las administraciones locales.

El Observatorio de Gobernanza, Transparencia y RSC de la Universidad CEU Cardenal Herrera (CEU-UCH) ha reconocido por tercer año consecutivo el trabajo que realiza la Diputació de València en materia de transparencia y participación, entregándole el sello Infoparticipa que reciben los ayuntamientos y diputaciones más transparentes de la Comunitat. La jefa del servicio de Transparencia de la Diputación, Malena Ramírez, recogió el sello que reconoce la calidad del departamento.

En la presente edición, la Diputació de València ha conseguido el 96% de cumplimiento de los 52 indicadores de transparencia y participación objeto de análisis en sus páginas web, lo que le ha permitido obtener un año más el sello de la CEU-UCH y el Grupo de Investigación ComSET (Comunicación Sonora, Estratégica y Transparencia) de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), junto a la Diputación de Alicante y siete ayuntamientos de la Comunitat.

La metodología utilizada es el Mapa Infoparticipa, donde se integran los resultados del análisis de 52 indicadores en las webs de los ayuntamientos y diputaciones de la Comunidad Valenciana, reconociendo así la labor y el esfuerzo de las administraciones públicas para garantizar la transparencia en su funcionamiento.

Este análisis de indicadores de transparencia en las webs de las entidades locales valencianas realizado por investigadores de la CEU UCH forma parte del Proyecto de I+D+i del Ministerio de Ciencia e Innovación (MICIN) titulado ‘Ética y Autorregulación de la Comunicación Social: Análisis de contenido de los Códigos Éticos de 2ª Generación y elaboración de Protocolos y Guías para su implementación CETICOM-2G’, y también del Proyecto AICO.de la Conselleria de Innovación, Universidades, Ciencia y Sociedad Digital de la Generalitat Valenciana.

L’ETNO, Museu Valencià d’Etnologia, presenta la exposición temporal Antes del jardín, que permanecerá del 11 de mayo al 31 de agosto en el espacio Natúria. Se trata de una compilación de fotografías y material documental que muestra cómo se han relacionado los habitantes de la ciudad de València con su río antes de su reconversión en jardín.

La exposición es una colaboración con el Ayuntamiento de València a través de la concejalía de Ecología Urbana y OAM de Parques y jardines, y se enmarca en el 35 aniversario del jardín del Turia. La muestra está comisariada por el técnico del Archivo Fotográfico de L’ETNO, Pau Monteagudo, y diseñada por Manel Flor.

Uno de los objetivos de la exposición es dar a conocer nuestro pasado, teniendo en cuenta el hecho de que nuestra ciudad nació en una isla junto al río Turia o que hemos sido una ciudad con río que ha evolucionado a jardín. Esta evolución contiene muchas historias ligadas a los diferentes usos que hacían los valencianos y las valencianas del río y del cauce. Por ello se pretende recuperar esta memoria.

A través de material gráfico que, en algunos casos, no se había mostrado antes, “la propia investigación de archivo fotográfico y documental con fotografías de más de diez archivos y colecciones diferentes ya es un hecho a destacar”, en palabras del comisario de la exposición.

Se podrán contemplar instantáneas de importantes fotógrafos locales como Luis Vidal o José Penalba y el todavía poco conocido Luis B. Lluch Garín, así como del fondo gráfico Olaechea de la Catedral de València. Las imágenes se complementan con documentación de archivo que nunca se había mostrado, como el de la Confederación Hidrográfica del Júcar gracias a la colaboración del geógrafo especialista en la historia del cauce, Iván Portugués. Junto a estos, también figuran otros como el propio archivo de L’ETNO, el Archivo Histórico Municipal o el Archivo General y fotográfico de la Diputació de València (AGFDV).

También el lugar escogido para la exposición tiene un simbolismo especial -el espacio Natúria en el cauce del río-, ya que vincula el relato donde estas memorias arraigan. Además, hay una voluntad de que sea un espacio popular y didáctico, rompiendo los muros de las instituciones clásicas y saliendo fuera, al lugar donde la vida fluye.

La mirada al pasado nos enseña cómo nuestro entorno cotidiano está en cambio constante, fruto de la evolución de las relaciones entre las personas y el medio que habitan. Observar estos procesos contribuye a fortalecer las raíces emocionales que nos vinculan a los espacios que habitamos, disfrutamos y acostumbramos a percibir como naturales y conocidos.

València no nació en balde de espaldas al mar, como acostumbra a decirse, sino deliberadamente de cara a su río.

Secciones de la exposición

La muestra se divide en tres secciones. Vivir en el río, centra la atención en el cauce como espacio de vivienda. Durante los años de posguerra, España vivió una larga década de estancamiento económico junto a un importante desplazamiento de población del campo a la ciudad. Las duras condiciones materiales, el paro, los sueldos bajos y las deficiencias en la construcción de vivienda barata, provocó que los entornos de las ciudades se llenarán de chabolas y viviendas de subsistencia allí donde el suelo era menos apreciado.

El entorno de la ciudad de València, en cambio, rodeada históricamente de terrenos de huerta de alto valor productivo, dificultó su uso para asentamientos. Por esta razón, junto al útil y cercano acceso al agua, una parte de los habitantes y personas recién llegadas encontraron en el cauce del río, insólito y peligroso por las crecidas, una oportunidad para establecerse y desarrollar su proyecto vital.

La sección Vivir del ríoseñala los diferentes aprovechamientos de recursos a menudo relacionados con el agua. El aprovechamiento del agua del río antes de entrar a la ciudad para alimentar la huerta, junto a las largas temporadas sin lluvia propias del clima mediterráneo, generaban la sequía crónica del cauce y facilitaba la explotación de sus recursos.

Era muy frecuente ver a gente realizando diversos trabajos en el cauce del río, como la extracción de gravas para confeccionar mortero para la construcción; el cultivo de todo tipo de vegetales como patatas, boniatos, cebollas y otros, junto al uso del agua, imprescindible para todo tipo de trabajos domésticos. También fue espacio de negocio y pastoreo del ganado hasta finales de los años setenta.

Paralelamente, el cauce es lugar de encuentro de otros oficios relacionados con el agua, como los gancheros que bajaban los troncos de las montañas de Cuenca y Teruel, y los canteros de Godella, que trabajaron la piedra para construir los muros de protección. Además, el río alimentaba con la energía del agua los últimos molinos que funcionaron en las proximidades de la ciudad.

La jurisdicción del espacio, en constante conflicto entre el Ayuntamiento y la Confederación Hidrográfica del Júcar, toleró estos usos. Pero sin dejar de mostrarse preocupados por la salud del cauce. Algunos trabajos obstaculizaban el curso del agua y provocaban insalubridad, a la vez que hacían las crecidas mucho más peligrosas.

Por último, la sección Vivir el ríorevela la evolución de su uso social y popular hasta convertirse en jardín. Después de dos catastróficas riadas (1949 y 1957), la administración franquista, movida por su impulso e interés económico desarrollista, decidió acabar con el problema definitivamente. La solución sería un gran proyecto de infraestructura urbana con el objetivo de desviar el Turia antes de entrar a la ciudad. La obra conocida como ‘Plan Sur’ no acabaría hasta inicios de los años setenta.

Durante la década de los años sesenta se dio un debate público de personas expertas sobre qué hacer con este terreno sin río dentro de la ciudad. ¿Una autopista, una red ferroviaria, un jardín?

Mientras, el cauce del Turia se convertiría en un gran solar urbano con un creciente uso popular para ocio y deporte, que reflejaba las deficiencias de infraestructuras públicas para este tipo de actividades. En 1973, gracias a la movilización ciudadana, el Ayuntamiento transformó el antiguo cauce en zona verde, dando los primeros pasos hacia los actuales Jardines del Turia.

Memorial y reflexión final

La muestra incluye una sección donde se recogen un conjunto de retratos anónimos con el río de fondo. Una reflexión antropológica sobre los lugares donde nos fotografiamos como escenario para el recuerdo. Estas imágenes muestran una conexión emocional compartida. Un punto de encuentro en el imaginario visual de las personas que habitan y visitan la ciudad. Un referente de memoria. Antes de salir, gracias a una instalación de gran formato, los visitantes podrán llevarse su propio retrato con el río ausente de fondo.

Como reflexión final de la muestra, se ha confeccionado el álbum fotográfico “de un río a otro” donde se comparan imágenes del río con 40 años de diferencia. Un paseo fotográfico de Luis B. Lluch Garín en 1975 que muestra el jardín latente, dibujado por el agua, aún salvaje.  Por otro lado, el Jardín hoy en día, sin agua, pero lleno de otras vidas.

El Escalante Centre d’Arts Escèniques transforma Ribes Espai Cultural en un ecosistema lleno de vida y sorpresa habitado por seres especiales con 'Jungla'. La propuesta de danza del Colectivo Big Bouncers lleva el ciclo 'Menut Teatre' a su ecuador este fin de semana.

"Después de los pasas para escolares, el Escalante ofrecerá funciones de 'Jungla' para familias este sábado, 13 de mayo, a las 17.00 horas, y el domingo 14 a las 11.30 horas. Una gran oportunidad para disfrutar de danza dirigida a la primera infancia con un lenguaje muy especial", ha explicado Glòria Tello, diputada de Teatros de la Diputació de València.

Marylène Albentosa, directora y coordinadora artística del centro, ha destacado que "continuamos con ‘Menut Teatre', que tiene como objetivo acercar las artes escénicas en sus diferentes lenguajes a bebés, niñas y niños". "Después del éxito de 'Alma', disfrutaremos de 'Jungla' este fin de semana y de 'La madriguera de los sentidos' el 20 de mayo en Ribes Espai Cultural, espacio cedido por el Ayuntamiento de València".

Formas y texturas que sorprenden

'Jungla' propone un viaje por un ecosistema donde pueden aparecer todo tipo de seres, formas, colores y sonidos. Un espacio que da cabida a lo más grande, pero también a lo más pequeño, donde conviven diferentes cuerpos con comportamientos sorprendentes. Cuerpos que se camuflan, brillan, flotan, rebotan, se estiran y se transforman constantemente.

Un espacio no explorado, donde la sorpresa y la magia pueden darse en cualquier momento y donde todos los elementos están en continuo movimiento. El espectáculo ha sido creado por Anna Rubirola, Cecilia Colacrai, Mireia de Querol y Ursa Sekimik, del Colectivo Big Bouncers, y coproducido junto a Mercat de les Flors.

Esta pieza de danza dirigida a niñas y niños de 2 a 5 años invita a imaginar y a dejarse sorprender, presentando el movimiento y los elementos de la escena como un lenguaje nuevo que estimula los sentidos a todos los niveles.

Las entradas para las funciones del sábado 13 de mayo a las 17.00 horas y del domingo 14 a las 11.30 horas ya están disponibles en la web del Escalante (escalantecentreteatral.dival.es) y en taquilla de Ribes Espai Cultural antes de la representación.

La Fundación del Ilustre Colegio de Médicos de Valencia (ICOMV) ha entregado su VIII Premio a la Mejor Trayectoria Profesional de Médico Rural al doctor José María Catalá Ángel, quien ha ejercido como médico en áreas rurales de la provincia durante más de 45 años, además de ser uno de los impulsores de la Sociedad Española de Medicina Rural (SEMER), que posteriormente presidió. La Diputació de València ha colaborado un año más para hacer posible este reconocimiento que pone en valor el trabajo de los médicos que desarrollan su labor en municipios con población inferior a 20.000 habitantes.

El acto, celebrado en el Salón de Plenos de la Diputación, estuvo presidido por el presidente de la Diputación, Toni Gaspar, y contó con las intervenciones de la presidenta del Colegio de Médicos de Valencia, la doctora Mercedes Hurtado; el conseller de Sanitat, el doctor Miguel Mínguez; la diputada provincial de Bienestar Social, Pilar Sarrión; y el secretario de la Fundación del ICOMV, el doctor Francisco Fornés.

Durante su intervención, el doctor José María Catalá Ángel agradeció a la Fundación del ICOMV y a la Diputació de Valencia el premio recibido. “Es un reconocimiento muy importante por el que estoy muy agradecido”, señaló. “Estoy muy orgulloso de ser médico rural”, proclamó el doctor Catalá, que defendió que la Medicina rural es la Medicina más humana que existe.

Por su parte, el presidente de la Diputació de Valencia, Toni Gaspar, destacó que este premio “se tiene que entregar aquí, en el corazón de los pueblos valencianos, porque es a ellos a quienes sirven cada día los médicos rurales”. Gaspar concluyó su intervención agradeciendo al doctor Catalá por “todo el trabajo que ha hecho por los pueblos valencianos”.

Trayectoria profesional

El doctor José María Catalá ha ejercido la mayor parte de su trayectoria profesional como médico en el municipio de Carcaixent, aunque también ha trabajado en otras poblaciones como Pedralba, Bèlgida y Fortaleny. Además de su trabajo como médico de familia, la carrera de Catalá está marcada por ser uno de los impulsores de la Sociedad Española de Medicina Rural (SEMER) en la década de los años sesenta.

Dentro de dicho organismo cobró especial importancia la edición de una revista mensual, gracias a la cual todos los socios estaban debidamente informados de lo que acontecía en el sector. Posteriormente, en 1982, José María Catalá fue elegido presidente de SEMER, cargo en el que permaneció durante 10 años.