El diputado de Cultura de la Diputación de Valencia, Xavier Rius, apuesta por la “transversalidad para poner en valor el patrimonio arqueológico valenciano”, según anunció esta semana durante su visita a la Cova de Bolomor, en Tavernes de la Valldigna, uno de los enclaves de mayor riqueza prehistórica, considerado por los expertos como el “Atapuerca” valenciano.
En su visita, Rius estuvo acompañado por Pilar Moncho, diputada de Turismo, Helena Bonet, directora del Museu de Prehistòria de València i del Servicio de Investigaciones Prehistóricas (SIP) de la Diputación de Valencia, y Josep Fernández, director de la excavación desde hace más de 25 años.
El diputado de Cultura anunció que “se está trabajando de manera conjunta con las áreas de Turismo, Medio Ambiente y Carreteras para planificar una actuación conjunta que permita promover esta excavación y ponerla en el lugar que merece por su valor histórico”.
En este sentido, Rius ha calificado Bolomor como “un verdadero tesoro cultural a nivel internacional” y ha señalado que “los resultados de los estudios realizados en Bolomor han supuesto importantes avances en el conocimiento de las costumbres de nuestros antepasados, como es el uso del fuego, un elemento clave en la historia de la humanidad”.
Pilar Moncho reivindica el valor turístico del yacimiento
La diputada de Turismo, Pilar Moncho ha reivindicado “el enorme valor turístico, además del cultural e histórico, de esta excavación” y ha indicado que “esta excavación es un buen ejemplo de que la provincia de Valencia tiene activos muy importantes a nivel turístico que hay que promocionar aún más de lo que se está haciendo”.
En este sentido, Moncho ha manifestado “el compromiso del área de Turismo de la Diputación por ayudar a los ayuntamientos mediante acciones de promoción de sus atractivos, puesto que si tuvieran que acometerse con cargo a los presupuestos municipales en muchos casos serían inviables”.
El fuego como elemento clave
El director de la excavación, Josep Fernández, califica Bolomor como “una referencia a nivel europeo en cuanto a yacimientos paleolíticos, y ya ha arrojado resultados muy valiosos para conocer los inicios de la población humana”.
“Una de las claves de su valor –continúa Josep- es que el fuego está presente a lo largo de su extensísima cronología, unos 300.000 años, lo que nos permite conocer la evolución de la tecnología de este elemento como en prácticamente ningún otro yacimiento conocido”.
La directora del Museu de Prehistória de Valencia y del Servicio de Investigaciones Prehistóricas (SIP) de la Diputación, Helena Bonet, afirma que “en Bolomor están los orígenes de los valencianos, lo que le convierte en un elemento fundamental para conocer la prehistoria en nuestra provincia, gracias a los restos arqueológicos que se han hallado, especialmente los humanos del período neanderthal, que son los más antiguos de las tierras valencianas”, y ha animado a “visitar el Museu de Prehistòria de Valencia, que es donde están expuestos los restos encontrados, en un entorno que permite que el visitante entienda la repercusión a nivel histórico y cultural de los hallazgos de esta excavación”.
Cova del Bolomor
La Cova del Bolomor, situada en un valle, es un yacimiento paleolítico excepcional y presenta una potencia estratigráfica de ocho metros. En cada nivel o secuencia estratigráfica se han encontrado diferentes clases de restos:
En los niveles más antiguos (300.000 años de antigüedad), se ha hallado industria lítica (lascas de sílex), y restos de animales del Pleistoceno (hipopótamo, elefante, macaco, ciervos...).
Los restos humanos aparecen en los niveles superiores (130.000-100.000 años de antigüedad). En este yacimiento se halló el primer molar humano (homo sapiens neanderthalensis) y un parietal izquierdo perteneciente a un individuo adulto de Neandertal antiguo, con una antigüedad estimada de 130.000 años. Gran parte de los hallazgos encontrados hasta ahora se exhiben en el Museu de Prehistòria de la Diputación de Valencia.
Los últimos 27 años de estudios e investigaciones, financiados por el Servei d’Investigacions Prehistòriques (SIP) de la Diputación y dirigidos por el arqueólogo Josep Fernández, han devuelto a Bolomor la consideración que se tenía de este enclave hace más de un siglo cuando en 1867 los investigadores Vilanova y Boscà recorrieron por primera vez ese frondoso barranco para encontrarse con un lugar que ya consideraron de gran interés.
