La mujer en la Prehistoria y Protohistoria
La Secció d'Estudis Arqueològics Valencians (SEAV) ha dedicat a la dona el número 15 de la seua «Sèrie popular», la finalitat del qual és la divulgació d'aspectes essencials de la història, la cultura, la societat o l'economia, entre altres matèries.
Des dels primers temps, la dona ocupà un paper essencial en les societats primitives, ja es denominen tribus, grups ètnics, famílies o com es vullga dir.
La Sección de Estudios Arqueológicos Valencianos (SEAV) ha dedicado a la mujer el número 15 de su Serie Popular, cuya finalidad es la divulgación de aspectos esenciales de la historia, la cultura, la sociedad o la economía, entre otras materias.
Desde los primeros tiempos, la mujer ocupó un papel esencial en las sociedades primitivas, llámense tribus, grupos étnicos, familias o como se les quiera nominar. Los cuidados de la prole, la búsqueda y recolección de alimentos, leña para la hoguera comunal en el interior del hábitat tras la “domesticación” del fuego, confección de abrigos a partir de pieles, curtido manual y rústico de las mismas, mantenimiento del hogar, fabricación de útiles, cultivo de la tierra a partir del Neolítico, fabricación de la cerámica, etc. etc. son actividades que se les pueden atribuir.
Desde los primeros tiempos hasta la actualidad su imagen ha sufrido grandes cambios y su representación sobre soportes pétreos, óseos, cerámicos, etc. es fiel testigo de ello.
La SEAV ha analizado la mujer en la Prehistoria y la Protohistoria, es decir en la etapa más larga de la Humanidad, desde hace cuatro millones de años hasta el cambio de era hace 2.000.
Algunas de las imágenes son reconstrucciones a partir de restos óseos completos. Dada la perfección de las nuevas tecnologías es posible que dichas reconstrucciones se aproximen bastante a la realidad.
La primera lo ha sido sobre los restos óseos de una mujer australopithecus que vivió hace tres millones de años y a la que la señora Leakey llamó Lucy.
Después siguen las mujeres neandertales, millón y medio de años más tarde, ya más próximas visualmente a nosotros y las del Paleolítico Superior casi, casi idénticas.
Las del Mesolítico están reflejadas en pintura en las paredes de los abrigos rocosos de la vertiente mediterránea española desde Huesca hasta Almería.
En la Edad del Hierro, la cultura Ibérica, ofrece numerosas representaciones en las paredes de vasos cerámicos profusamente decorados destacando, entre las representaciones, las mujeres tocando instrumentos musicales.