El lenguaje y los medios de comunicación como herramientas hacia una sociedad igualitaria
La primera taula de la tercera edició del Feminari organitzat per la Diputació de València ha posat el focus en els mitjans de comunicació i el llenguatge mediàtic com a aparador de la desigualtat de gènere. En un debat protagonitzat per la periodista Sandra Barneda i la filòloga Eulàlia Lledó, s'ha posat sobre la taula ‘La importància de nomenar’, en referència a la falta d'equilibri en la presència mediàtica de les dones o la discriminació d'aquestes en el llenguatge quotidià.
La primera mesa de la tercera edición del Feminario organizado por la Diputació de València ha puesto el foco en los medios de comunicación y el lenguaje mediático como escaparate de la desigualdad de género. En un debate protagonizado por la periodista Sandra Barneda y la filóloga Eulàlia Lledó, se ha puesto sobre la mesa ‘La importancia de nombrar’, en referencia a la falta de equilibro en la presencia mediática de las mujeres o la discriminación de estas en el lenguaje cotidiano.
La mesa, moderada por Delia Amorós, ha comenzado con la intervención en clave de estructura y representación mediática de la mujer a cargo de Sandra Barneda. La periodista ha hecho un repaso por el panorama mediático nacional en el que ha destacado que actualmente tan solo el 9% de las voces expertas en los medios de comunicación son mujeres, “frente al 51% en informaciones sobre violencia y crímenes dónde son las protagonistas de las noticias”, ha afirmado Barneda.
La periodista ha manifestado la necesidad de “cambiar la narrativa y rebelarse frente a una realidad sexista” y ha responsabilizado a los medios de contribuir al imaginario colectivo deformado en materia de género. En esta línea de la intervención ha recogido el testigo la filóloga experta en género, Eulàlia Lledó, quien mediante ejemplos reales en medios de comunicación ha evidenciado lo expuesto por Barneda.
Lledó ha destacado las situaciones de desigualdad y mal uso del lenguaje que con más frecuencia se encuentran en los medios de comunicación. Dejar a las mujeres en el anonimato en las informaciones, usar diminutivos para ridiculizar a las mujeres o el uso del nombre de pila de la persona en lugar del apellido, son algunas de las malas praxis del periodismo. “Estamos muy habituadas a que a las mujeres se nos ponga en segundo lugar en los discursos mediáticos, o a que no se nos nombre con el mismo respeto que a los hombres”, ha destacado la filóloga.
Como conclusión del debate, ambas ponentes han coincidido en la importancia del uso responsable del lenguaje como reflejo de cómo debería ser una sociedad que mire hacia la igualdad social total. Y cómo los medios son los realmente encargados de configurar la realidad en la que la sociedad se mira.