La Diputació reafirma su compromiso con el derecho al agua y su gestión pública

La Comunitat Valenciana presenta un risc mig-alt de desertificació i es troba en una situació d’alta vulnerabilitat per l’empobriment i pèrdua de sòl. Així ho indiquen les últimes dades del Ministeri de Medi Ambient, que també assenyalen el sud-est de la península ibèrica com la zona amb major risc de patir aquest fenomen. En el Dia Mundial per combatre la Desertificació i la Sequera, la Diputació de València reafirma el seu compromís amb les polítiques responsables i sostenibles per cuidar el medi ambient, i llança una nova línia d’ajudes als municipis de les comarques valencianes per combatre aquest fenomen i millorar la xarxa de distribució d’aigua potable.

 

La Comunitat Valenciana presenta un riesgo medio-alto de desertificación y se encuentra en una situación de alta vulnerabilidad por el empobrecimiento y pérdida de suelo. Así lo indican los últimos datos del Ministerio de Medio Ambiente, que también señalan al sudeste de la península ibérica como la zona con mayor riesgo de sufrir este fenómeno. En el Día Mundial para combatir la Desertificación y la Sequía, la Diputació de València reafirma su compromiso con las políticas responsables y sostenibles para cuidar el medio ambiente, y lanza una nueva línea de ayudas a los municipios de las comarcas valencianas para combatir este fenómeno y mejorar la red de distribución de agua potable.

 

El diputado de Medio Ambiente, Josep Bort, ha resaltado la importancia de aplicar políticas para hacer frente a este proceso, y ha subrayado que “durante demasiados años, los gobiernos locales hemos abandonado sistemáticamente nuestras competencias sobre servicios públicos básicos. Es más, estas competencias exclusivas las hemos ido abandonando para financiar la prestación o construcción de otras infraestructuras o servicios en los que, en muchos casos, era más importante cortar una cinta y descubrir una placa en un acto de inauguración que luchar contra el derroche y la contaminación”.

 

“En el área de Medio ambiente estamos preocupados por la necesidad de realizar mejoras en la gestión del ciclo hidráulico de nuestros municipios, y estamos trabajando en el establecimiento de unas nuevas líneas de subvención para realizar infraestructuras e instalaciones con el objetivo de mejorar rendimientos y calidad”, ha explicado el diputado.

 

La desertificación es un proceso de degradación del suelo que se produce en zonas áridas, semiáridas y subhúmedes secas del planeta. No se trata del avance de los desiertos, sino del empobrecimiento y la pérdida de suelo en aquellos ecosistemas donde las actividades humanas, como el mal uso de la tierra, u otros factores como las variaciones climáticas producen su empobrecimiento.

 

La Organización de las Naciones Unidas calcula que un tercio del planeta está en riesgo de sufrir este proceso y, según sus datos, 250 millones de personas sufren cada día los efectos de la desertificación y la sequía, y cerca de 1000 millones se encuentran en zonas de riesgo situadas en más de cien países. En el caso de la península ibérica, dos terceras partes de su superficie se encuentran en riesgo de sufrir este proceso.

 

El cambio climático, que provoca variaciones extremas en el clima como lluvias torrenciales o sequías prolongadas, es uno de los principales motores de la desertificación y combatirlo se hace necesario para evitar el avance de este fenómeno. El abandono de las tierras, a su vez, y la escasa conservación de estas zonas, son otros de los factores clave que ponen en riesgo el suelo.

 

La Diputació de València contra la sequía

 

La corporación provincial ha lanzado una nueva convocatoria de subvenciones encaminada a la lucha contra la sequía durante los ejercicios 2018-2019 que estará dotada con 6 millones de euros para permitir que los municipios mejores sus instalaciones de canalización de agua potable. Con este plan, la Diputació quiere reducir las pérdidas de agua de la red hidráulica, que actualmente se sitúan alrededor del 50%.

 

El diputado Josep Bort ha destacado que “en la Diputació trabajamos también en el apoyo a municipios más pequeños que gestionan de manera directa el agua, y como no, a animar y ayudar a los municipios valencianos a seguir la tendencia mundial de gestión del agua, que no es otra que su remunicipalización”. “Trabajamos pensando en ofrecer a la ciudadanía un servicio público de calidad y no en una cuenta de resultados”, ha añadido.

 

El agua es un bien escaso y hacer un buen uso es fundamental. Para ello, la Diputació financiará hasta un 90% de cada actuación de mejora con un presupuesto máximo de 100.000 euros, y priorizará aquellos municipios que hayan realizado un trabajo de detección y corrección de fugas en la red de abastecimiento.

 

La institución, con ello, quiere dar respuesta a la sequía a largo plazo. Con este plan se podrán ejecutar obras y/o actuaciones relacionadas con el suministro de agua, nuevos depósitos y mejora de los existentes, automatización y telecontrol de las instalaciones, actuaciones para el control de pérdidas en las redes de suministro, instalación de contadores y equipos de control de capitales y presiones, y la construcción de sistemas de almacenamiento o drenaje que permitan el uso de recursos hídricos alternativos mediante la regeneración y/o la reutilización del agua para los usos permitidos.