Del aula al monte

 

 

L'Escola de Viticultura i Enologia de Requena està finalitzant el curs 2011-2012 i els alumnes que van començar al setembre els seus estudis de tècnic mitjà o superior en matèries forestals ja es manegen sense ajuda per a treballar en el camp d’El Almendro, que dista pocs quilòmetres de la seu de l'escola a Requena.

Els professors Miguel Ángel Argilés i Manuel Gutiérrez han acompanyat una dia més a un grup de 20 alumnes a realitzar pràctiques d'aprofitament fuster.

La Escuela de Viticultura y Enología de Requena está finalizando el curso 2011-2012 y los alumnos que empezaron en septiembre sus estudios de técnico medio o superior en materias forestales ya se manejan sin ayuda para trabajar en el campo de “El Almendro” que dista pocos kilómetros de la sede de la escuela en Requena.

Los profesores Miguel Ángel Argilés y Manuel Gutiérrez han acompañado una día más a un grupo de 20 alumnos a realizar prácticas de aprovechamiento maderero.

Antes de salir de la escuela comprueban el nivel de preemergencia decretado para cerciorarse que es inferior a nivel 3 y, por tanto, se puede realizar una tala en el monte.

Una vez en la finca, los alumnos se ponen su ropa de trabajo con las perneras y cascos necesarios para su seguridad y preparan las herramientas para realizar las prácticas previstas.

Todos atienden las instrucciones que Manolo Gutiérrez les va dibujando en una tablilla para indicar cómo realizar el corte en la base del pino que van a talar para despejar una zona demasiado poblada.

Los alumnos participan uno a uno en los pasos que van siendo supervisados segundo a segundo. La motosierra se arranca en el suelo o entre las piernas con el freno puesto. “Es importante que sepan lo que están haciendo, les avisamos cuál es la forma segura de trabajar con las motosierras o los cables del tractor. De principio de curso a ahora han cogido mucha soltura y ya se les puede dejar trabajar con más independencia”, comenta Gutiérrez.

Una escuela reconocida

Los pasos a seguir los conocen perfectamente desde la teoría que han aprendido en las aulas. El alumno David Alemany comenta que “a mi me recomendaron esta escuela porque es muy reconocida y estoy en la residencia desde septiembre. La verdad es que poder estudiar y trabajar en medio de la naturaleza es un lujo y en esta finca hemos hecho muchas prácticas como las de hoy. Es algo natural para nosotros pero se que tengo mucha suerte de estar aquí”.

Los trabajos de apeo, desramado, descortezado y transporte se van realizando por turnos, pero todos los alumnos están al tanto de mirar cómo lo hacen sus compañeros y arrimar el hombro si hace falta.

Ellos también, los mayores de edad con carnet de conducir, pueden manejar el tractor de cadenas, skidder o forwaders para transportar los fustes desde el lugar de apeo- donde ha sido talado- y la procesadora para triturar la madera que se destina a diversos usos.

Miguel Ángel Argilés menciona que en este tipo de madera triturada tiene un importante papel en el medio ambiente y en la industria. “El aprovechamiento forestal no trata de despoblar los montes sin más, hay que vivir en nuestro entorno con sentido. En la zona mediterránea, como la nuestra, hay que despejar muchas zonas que son muy densas, hacer cortafuegos, etc. y las posibilidades que tenemos con la materia que se extrae sirve va a ser objeto de un segmento de mercado para uso industrial y doméstico en el que nuestros alumnos también pueden tener otra salida profesional más”.