Desde 2019, año en que l’ETNO puso en marcha La caixa dels records, más de 20 centros han participado en este proyecto dirigido a personas con Alzheimer y demencia en estado inicial.

 

En estos días se ha visitado el centro de día Albors, en la ciudad de València. Las técnicas del museo Ivana Puig y Laura Hortelano conducen la actividad con la satisfacción de verse muy bien acogidas por este colectivo de personas mayores. Ambas se han desplazado al centro para poder hacer una atención más personalizada y para facilitar el contacto con personas que tienen una gran dependencia por su movilidad reducida o por la necesidad de una supervisión farmacológica más estrecha. Las cuidadoras del centro también están presentes y ayudan al estímulo de las personas participantes.

 

El diputado del área de Cultura, Xavier Rius, también ha querido sumarse a la visita para conocer de primera mano las experiencias inclusivas que están llevando a cabo los museos de la Diputació. “La proyección social de los museos como espacios generadores de bienestar aporta un gran valor añadido al trabajo que hacemos cada día. Mantenemos e investigamos sobre las colecciones y el patrimonio, construimos relatos con forma de exposición, estimulamos el debate crítico, y tratamos de atender la diversidad social y mirar por la igualdad de oportunidades”, ha señalado el diputado.

 

Por eso mismo, una caja portátil de objetos de la gran colección del museo, La caixa dels records, viaja por tierras valencianas. Está centrada en objetos tan cotidianos y sencillos como un mortero, un molinete manual de café, una cazuela de barro, o una antigua jarra para el agua. Estos son algunos de los elementos que este kit portátil del museo va desplazando en los centros que solicitan esta visita, con el acompañamiento y conducción de la actividad.

 

La actividad

 

Todos los elementos desplazados forman parte del entorno de la cocina doméstica, con el fin de rememorar historias familiares o recuerdos de niñez sobre objetos que ahora han sido desplazados por el paso del tiempo.

 

A veces los nombres de los objetos cuestan pronunciarse o generan dudas sobre su finalidad. Aquí es donde intervienen las conductoras de la actividad, para rememorar escenas del pasado que son proyectadas sobre una pantalla y comentadas de viva voz.

 

Por su parte, los asistentes prestan una gran atención y son muy participativos. Prácticamente todos toman la palabra y hacen el ejercicio de rememorar momentos de su juventud, de cuando y cómo accedían a los alimentos, o como preparaban determinados platos. Con toda la sencillez del diseño de la actividad se consigue generar un ambiente muy positivo y participativo entre los asistentes.

 

El ejercicio de rememorar es fundamental para enlazar los valores culturales y antropológicos de nuestra sociedad. Siempre hay alguna persona decidida a contar cuál es su vínculo personal con cada objeto. En el caso de este colectivo de personas con inicios de Alzheimer, además tiene una finalidad terapéutica, puesto que ayuda a hacer el seguimiento de cada persona y a reforzar el trabajo de grupo que habitualmente hacen los cuidadores y cuidadoras.

 

Al acabar, uno de los participantes hace un elogioso agradecimiento al personal que ha llevado a cabo la actividad. Parece que los minutos de atención dedicados han dado la impresión deseada, como es la de estimular y activar con la La caixa dels records de l’ETNO las memorias de una vida.

 

El proyecto ha sido realizado por Maria Raga y el equipo de didáctica de l’ETNO, con el asesoramiento de la doctora Rita Redondo y la colaboración de Javier Bendicho, de la Asociación Cotlas, ambos especialistas en psicología del envejecimiento.