Un centenar de vecinos y vecinas de Antella y La Pobla Llarga han visitado este jueves los edificios de la Diputació de València acompañados por la diputada de Bienestar Social, Mercedes Berenguer. La actividad forma parte del programa cultural Açò és la Dipu, una ruta guiada por los edificios principales de la corporación que incluye explicaciones históricas y arquitectónicas.

 

La primera parada han sido los palacios de la Batlia y de Scala en València, donde está ubicada la sede central de la Diputació. Los visitantes han ocupado los escaños del salón de plenos donde han sido recibidos por la diputada de Bienestar Social: “El objetivo de este viaje es que conozcáis un patrimonio, que es vuestro y de todos los valencianos, y también que salgáis de la rutina, estimuléis vuestra curiosidad y que tengáis una vida más activa y saludable”.

 

Además de acercarse a la historia de los edificios y las obras que se exhiben, los vecinos han podido conocer cómo funciona el pleno. “Quienes ocupamos estos escaños representamos a nuestros pueblos y comarcas. Aquí debatimos propuestas, siempre desde el respeto, se votan y se ponen en marcha”, ha explicado la responsable de Bienestar Social.

 

En la presentación han participado también la concejala de Servicios Sociales de Antella, Amparo Estarlich, quien ha agradecido a la Diputació la apuesta por dar a conocer el patrimonio a los valencianos, y la alcaldesa de La Pobla Llarga, Neus Garrigues, quien ha destacado “lo importante que es la Diputació, sobre todo para los pueblos más pequeños, y la buena disposición del actual equipo de gobierno a la hora de responder a la llamada de los alcaldes cuando necesitan ayuda”.

 

Una ruta histórica e institucional

 

La ruta de las vecinas y vecinos de Antella y La Pobla Llarga ha continuado en el Centre Cultural La Beneficència, donde están ubicados el Museu Valencià d’Etnologia i el Museu de Preshistòria de València, y el Instituto Valenciano de Audiofonología (IVAF).

 

Con esta iniciativa, asegura la diputada Mercedes Berenguer, “queríamos que la gente conociera el entorno histórico de los edificios que componen la Diputació, contando cuándo se hicieron, en qué contexto y con qué finalidad, y después, lógicamente, que conocieran su interior”.