La Comisión Europea ha presentado el Informe General sobre la actividad de la UE en 2024, un año crucial en la Historia de la UE marcado por las elecciones al parlamento europeo en donde se ha trabajado para mejorar la competitividad de la UE en el mundo. Un año en el que se ha mantenido el compromiso con Ucrania y se han impulsado políticas e iniciativas climáticas para la transición ecológica, así como de mejora de la digitalización. Este informe recoge los principales retos y desafíos que dibujan el futuro de la UE en diversos ámbitos. Está dividido por capítulos en los que se habla de cada uno de ellos. 

 

El primero de estos puntos tiene que ver con el contexto geopolítico. Tras unas elecciones que batieron récord en participación y que dieron lugar a la relección de Ursula von der Leyen como presidenta de la Comisión Europea y de Roberta Metsola como presidenta del Parlamento Europeo, se confirma la agenda europea para años venideros basada en la seguridad, democracia y la competitividad. Una nueva Agenda Estratégica 2024-2029 que persigue una Europa libre y democrática, fuerte, Segura y próspera. La UE también continúa el compromiso para la reconstrucción y modernización de Ucrania, así como con el envío de ayuda humanitaria y militar. 

 

El segundo aspecto que destacar de este año es el ímpetu que la UE ha puesto por consolidar su liderazgo económico a nivel mundial, para lo que ha puesto iniciativas en marcha como la Brújula para la Competitividad (mejorando el crecimiento económico en materia de innovación y transformación digital y ecológica), el acuerdo de Asociación UE-Mercosur o el Acuerdo de Libre Comercio con Nueva Zelanda y Kenia para abrir nuevos mercados y fortalecer lazos comerciales. Además, también ha reforzado sus políticas para proteger sus mercados, como la medida de los derechos compensatorios a la importación de vehículos eléctricos chinos. 

 

El tercer aspecto a destacar tiene que ver con la transición climática y digital con el objetivo de la Neutralidad Climática que se propuso para 2050. El 2024 ha sido un año de récords de temperaturas y desastres naturales, lo que ha llevado a la UE a acelerar su Plan de Adaptación al Cambio Climático con el que reforzar su resiliencia climática y mejorar la coordinación en emergencias. En materia de defensa y seguridad, el panorama es más tenso cada año. Se ha puesto en marcha la Primera Estrategia Industrial de Defensa Europea para mejorar la capacidad de respuesta militar y está habiendo una mayor cooperación con la OTAN y otros aliados para mejorar la seguridad, también a nivel digital, un ejemplo es la aprobación de las primeras regulaciones en materia de inteligencia artificial. Mayor cooperación con la OTAN y otros aliados estratégicos.

 

En materia de gobernanza, la UE ha puesto en marcha una reforma con medidas exhaustivas, como las nuevas normas fiscales para su sostenibilidad, el refuerzo del presupuesto con una cantidad adicional, o la reforma de la unión aduanera para agilizar procesos y reforzar el control de importaciones. La UE también ha reforzado sus políticas sociales con iniciativas clave como el Pacto sobre Migración y Asilo, que establece nuevas reglas para gestionar la migración de manera más equitativa, y las reformas en el marcado laboral, con medidas para mejorar la protección de los trabajadores.

 

El 2024 ha sido un año clave. Con un nuevo ciclo político en marcha, la UE se enfrenta a desafíos clave en seguridad, economía y sostenibilidad. Las iniciativas adoptadas este año sientan las bases para una UE más resiliente, innovadora y preparada para liderar la transición ecológica y digital en el mundo. La agenda para 2025 estará marcada por la implementación de las reformas aprobadas y por la consolidación de una estrategia global que garantice la estabilidad y el crecimiento en un contexto de incertidumbre geopolítica. Con una ciudadanía comprometida y un liderazgo claro, la UE avanza con determinación hacia un futuro más seguro y próspero.