La Diputació de València licitará el próximo año las obras del itinerario alternativo para descongestionar el tráfico en la CV-308, que acumula diariamente más de 9.000 vehículos en la travesía de Massarrojos. El área de Carreteras que dirige Rafa García publicará de forma inminente el proyecto de acondicionamiento del Camino del Palmar-Camarena, que permitirá desviar el tráfico del casco urbano de Massarrojos y reordenarlo hacia la conexión con la CV-310.

Esta infraestructura, que cuenta con un presupuesto de alrededor de un millón de euros, está previsto que se inicie en 2020, una vez completadas las pequeñas expropiaciones que competen a los ayuntamientos de València y Moncada, necesarias para la ampliación de la calzada del Camí de Camarena y el arreglo de ciertas curvas cerradas con el objetivo de reforzar la seguridad de la vía. “Es una infraestructura prioritaria porque necesitamos mejorar la seguridad de un camino muy transitado y de las vecinas y vecinos de Massarrojos, cuya vía principal está ocupada cada día por más de 9.000 vehículos”, explica Rafa García.

Durante la reunión mantenida esta semana con el alcalde de Rocafort, Guillermo José Gimeno, en la que también participó el diputado provincial Jesús Gimeno, el responsable de Carreteras de la Diputació señaló que “se ha tratado de garantizar la seguridad atendiendo a las demandas vecinales, con actuaciones concretas en la travesía de Massarrojos, pero ahora se quiere dar un paso más y dar una solución al problema del colapso de tráfico en la arteria principal de esta localidad”.

Vertebración y seguridad

La actuación que prepara el área provincial de Carreteras se enmarca en la primera fase del programa para la mejora de Caminos de Interés Territorial, a través del cual el área de Infraestructuras de la Diputació acondiciona caminos de distintas poblaciones, de titularidad municipal, cuya importancia vertebradora del territorio trasciende del municipio al que pertenecen.

El Camino del Palmar-Camarena, cuya titularidad comparten Moncada y València, constituye una importante vía de conexión por el oeste entre la CV-310 y la A-7 a la altura de Bétera, así como para los municipios de Moncada, Massarrojos y Rocafort. El camino soporta un tráfico elevado y presenta una alta peligrosidad por la falta de amplitud y las curvas de radio cerrado. En la mejora de estas carencias trabajará la Diputació con un proyecto que dotará a este camino de las condiciones de seguridad necesarias para recibir buena parte de los vehículos procedentes de Moncada y Godella que diariamente atraviesan la pedanía de Massarrojos.

El plazo de ejecución de las obras, desde su aprobación, será de cinco meses y, con una inversión de 1.084.680 euros, permitirá convertir el Camí de Camarena en una vía más ancha, de doble sentido, curvas más seguras y cuatro glorietas que facilitarán los accesos desde las vías y caminos secundarios. La actuación proyectada incluye la rehabilitación superficial y la mejora de la capa de rodadura, la mejora de la señalización horizontal y vertical y el balizamiento del camino.

En el caso de la CV-308, y en concreto del tramo que atraviesa Massarrojos, la actuación de acondicionamiento y refuerzo de la seguridad vial en el Camino del Palmar-Camarena es una solución para descongestionar el tráfico, y llega tras una primera intervención en el casco urbano para mejorar la seguridad de las vecinas y vecinos del municipio. La Diputació amplió las aceras en la travesía y creó un tramo de circulación regulada por semáforos y restringida a un solo carril, con el objetivo de calmar el tráfico en el interior de la localidad.

El diputado de Patrimonio, Mantenimiento y Proyectos de la Diputació de València, Andreu Salom, y el alcalde de Zarra, Ángel Pérez, han mantenido este jueves una reunión de carácter institucional, con el fin de abordar diversos asuntos relacionados con el municipio del Valle de Ayora, así como para avanzar en la colaboración y el trabajo conjunto entre ambas entidades.

El Museo de Prehistoria de la Diputació de València acogerá, a partir del 18 de diciembre, la exposición temporal ‘En tiempo de los visigodos en el territorio de Valencia’, una muestra de producción propia que presenta cerca de un centenar de objetos arqueológicos recuperados de los yacimientos visigodos más emblemáticos del territorio de Valencia. Su objetivo es aportar una perspectiva actualizada sobre esta época que, a menudo, ha sido considerada oscura.

La exposición está comisariada por los arqueólogos Esperanza Huguet Enguita, Josep Maria Macias Solé y Albert Ribera y Lacomba, quienes han realizado un riguroso trabajo de investigación, así como un gran esfuerzo de síntesis histórica. Los fondos expuestos pertenecen al Servicio de Investigación Prehistórica de la Diputació de València, al Servicio de Investigación Arqueológica Municipal del Ayuntamiento de València, al Museo del Pla de Nadal del Ayuntamiento de Riba-roja de Túria y al Museo Arqueológico del Ayuntamiento de Llíria.

La arqueología romana y visigoda ha visto gradualmente incrementada su presencia en la vida cotidiana del Museo de Prehistoria: las excavaciones de ‘Horta Vella’ (Bétera), dirigidas por J. Burriel y J. L. Jiménez; el reinicio de las campañas en ‘València la Vella’ (Riba-roja de Túria), dirigidas por Ribera, M. Rosselló y E. Huguet, además de los conjuntos recuperados en los yacimientos de Llíria, Valentía, etc., han creado un nuevo escenario en el cual los visigodos merecen ser los protagonistas.

Los visigodos, sin ser conscientes, en sus 200 años de gobierno, vivieron una etapa de transición absoluta, siendo protagonistas de un período donde todavía se observan muchas reminiscencias clásicas junto a numerosos elementos innovadores procedentes del mundo germánico y también del romano oriental. El conocimiento del mundo visigodo es imprescindible para valorar la implantación del mundo musulmán así como para entender la génesis de los tiempos feudales en nuestras tierras.

Esta exposición abre una ventana al conocimiento de una época histórica que en muchas ocasiones ha sido despreciada y escasamente valorada. Sin embargo, los procesos identificados en esta época reflejan la capacidad de adaptación de un pueblo a un período poco floreciente. Y el territorio valenciano se ha convertido en uno de los mejores ejemplos para conocer una rica realidad que, necesariamente, tiene que estar al alcance de toda la ciudadanía.