La Marabunta de Guillem Albà llega por primera vez a Valencia para regalar felicidad a toda la familia
Sis músics-actors sota la batuta artística i desbaratada del clown Guillem Albà conformen La Marabunta, que arriba per primera vegada a València aquest diumenge 26 per a pujar a l'escenari del teatre El Musical i perdre's pel pati de butaques amb els espectadors en una gran festa escènica.
Programat dins del cicle Escena Diversa del Teatre Escalante, dependent de la Diputació de València, La Marabunta presenta un joc de diversió sense prejudicis per a tota la família (majors de 8 anys) en un espectacle en el qual conflueixen diversos registres. Un xou teatral de clown amb música en directe, cançons, gags absurds, cabaret i cap ordre establert en el qual res té sentit i tot és possible.
Seis músicos-actores bajo la batuta artística y disparatada del clown Guillem Albà conforman La Marabunta, que llega por primera vez a Valencia este domingo 26 para subir al escenario del teatro El Musical y perderse por el patio de butacas con los espectadores en una gran fiesta escénica.
Programado dentro del ciclo Escena Diversa del Teatro Escalante, dependiente de la Diputación de Valencia, La Marabunta ofrece un juego de diversión sin prejuicios para toda la familia en un espectáculo en el que confluyen diversos registros. Un show teatral de clown con música en directo, canciones, gags absurdos, cabaret y ningún orden establecido en el que nada tiene sentido y todo es posible.
Dentro de una estructura teatral muy sólida en la que la improvisación constituye un factor clave, Guillem Albà se propone en este montaje contagiar su deseo de felicidad y hacer que el público desconecte de todo dejándose llevar por una Marabunta de divertidas ocurrencias y disparates: “Venimos a divertirnos pase lo que pase, y quién sabe lo qué pasará hoy, mañana y pasado. Esto es la selva. ¿Queréis reíros? Estáis invitados”.
Aunque el guión de cada representación de La Marabunta siempre es el mismo, Albà reconoce que “cada función es diferente porque la improvisación y la participación del público influyen en el resultado final”. El objetivo, sin embargo, nunca varía: “hacer que los espectadores salgan del teatro "más felices de lo que entraron”.