El vicepresidente de la Diputación de Valencia y responsable de Cooperación Internacional en la corporación, Juan José Medina, ha destacado hoy la necesidad de realizar un esfuerzo desde la administración local para “fomentar la compra pública ética como parte del compromiso social que reclaman los ciudadanos a las instituciones”.
“Cualquier gesto de las administraciones públicas es un acto de pedagogía constante hacia nuestros ciudadanos –ha insistido- y la práctica de la compra pública ética también lo es”.
Juan José Medina ha inaugurado hoy la jornada “Municipios, cooperación y solidaridad”, que se celebra por segundo año consecutivo, organizada por la Diputación y la Coordinadora Valenciana de ONGD (CVONGD), y ha contado con las aportaciones de expertos y agentes activos de la llamada “compra pública ética” para fomentar el conocimiento de las implicaciones, que tienen la participación ciudadana y el compromiso institucional de las entidades públicas en la lucha contra la pobreza, a través de un cambio del modelo de consumo.
Más de 50 representantes de municipios, la Universitat de València y ONGD han asistido al encuentro, así como responsables de los ayuntamientos de Bilbao, Orihuela o Villena, que han expuesto sus experiencias práticas.
Un paso más en la cooperación al desarrollo
“La práctica del comercio justo es un paso más allá de la inversión en cooperación al desarrollo desde los ayuntamientos y entidades públicas para luchar contra la explotación, por el respeto a los derechos humanos, etc. y los ciudadanos deben saber que no es igual comprar un producto que otro, que detrás de éste hay muchas implicaciones y que debemos conocerlas para realizar nuestro consumo de una manera u otra”, ha manifestado.
“De hecho, cualquier ayuntamiento- ha dicho-, como administración más próxima al ciudadano y gestor de dinero público, puede contribuir a esta práctica mediante la adquisición de café de comercio justo para las máquinas expendedoras ubicadas en su consistorio, también comprar productos deportivos de un tipo u otro… Es decir, mirar la procedencia de los productos que necesita adquirir considerar las situaciones laborales y humanas que se dan en los países productores antes de decidirse por uno en concreto”.
“Son detalles pequeños, pero gestos importantes que el ciudadano valora y contribuyen a mejorar la vida de miles de personas en otros países”, ha concluido.
En la jornada también han participado la secretaria autonómica de Servicios Sociales y Solidaridad, Lucía Cerón; el presidente de la CVONGD, Fernando Contreras, y Carlos Ballesteros, , uno de los principales referentes sobre Compra Pública Ética, ex presidente de la Coordinadora España de ONGD y colaborador con la Coordinadora Estatal del Comercio Justo, entre otros.
Políticas activas y mercado
Fernando Contreras ha manifestado que “es importante que en todas las entidades públicas exista un compromiso en este ámbito y que sus políticas activas apoyen la lucha por un mundo mejor”.
“El comercio justo es un ejemplo claro de que puede haber políticas que no contrapongan la solidaridad, la ética y la responsabilidad con el beneficio. Y detrás de este tipo de comercio hay miles de personas de los países del sur que cada vez más tienen mejores y más dignas condiciones de vida”.
“Es posible y la Diputación de Valencia es un ejemplo en sí misma de que si se quiere, se puede mantener una política de cooperación activa en estos tiempos”, ha agregado.
Carlos Ballesteros, por su parte, ha destacado la importancia del consumo responsable en la sociedad actual “en la que todos somos consumidores y podemos implicarnos, así como las administraciones locales, que representan los intereses de la ciudadanía y, por tanto, deben implicarse también”.
“El 19% del PIB español es compra pública, por lo tanto hay mercado para la compra pública ética”, ha insistido.
Los asistentes han recibido como materiales una guía práctica para incorporar la compra pública ética en los ayuntamientos, así como documentación sobre productos de consumo habitual en la entidades públicas (textil, servicio de catering, madera, papel, etc).
Una exposición de productos textiles, cerámicos y alimenticios de comercio justo, presentaciones de nuevas recetas para el consumo y paneles explicativos han completado las actividades de la jornada en los patios de La Beneficència.
